Esta es una plática que acabo de tener con una amiga del Distrito Federal. Algunos de ustedes ya han de conocerla; utiliza el seudónimo de Shadow.
Fausto: Amiga, hablando de libros, ¿Para ti qué es un libro ligero?
Shadow: Realmente no soy una lectora apasionada; hasta este año comencé a leer libros, así que mi respuesta sería, que un libro ligero podría ser sobrio y pequeños fragmentos… Como las antologías.
Fausto: ¿Tú qué libros ligeros has leído?
Shadow:
El caballero de la armadura oxidada. Ese me gusta mucho. Me gusta la parte donde el rey y el caballero se encuentran dentro del castillo, porque el rey dice que frecuentaba esa habitación, de la cual el caballero no podía salir, pero el rey te hace ver que él entra y sale cada que lo deseaba. Es como si me hablase de la paz en nuestro interior, y me gusta mucho esa armonía.
Fausto: Excelente. ¿Y los relatos de spanking se te hacen ligeros?
Shadow: En más del ochenta por ciento, sí. A veces la manera de escribir (más bien de describir), me adentra tanto que es como vivirla y los leo muy de prisa; a veces, hasta se me quita el sueño… Pero otras tantas, es garrafal, y o los boto, o me duermen, pero es raro cuando eso sucede; generalmente los disfruto muchísimo.
sábado, 26 de diciembre de 2009
Una charla sobre libros ligeros (con una lectora de “El caballero de la armadura oxidada”)
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el caballero de la armadura oxidada,
libros ligeros
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