¿Cómo atraparías a un pillo invisible?
En la tardecita, después de las caricaturas reglamentarias, salí a jugar al jardín, y me imaginaba que iba tras la pista de un pillo invisible, mientras la cocinera de mi casa me observaba y a cada rato me hacía preguntas que no recuerdo muy bien, porque estaba concentrado en resolver el misterio del pillo invisible con lo que tuviera a mi alcance.
Más tarde, mi mamá decidió que todos fuéramos a casa de mis abuelos, y salimos corriendo por la puerta del patio…
Pero… La carrera se interrumpió cuando oímos el grito de mi hermanita que estaba tirada en el suelo y con el tobillo amarrado a los tubos del desagüe.
Resulta que yo, para atrapar al pillo invisible, había hecho un lazo con la soga del tendedero, y había atado el otro extremo a los tubos del desagüe de la batea.
La primera que intervino fue la cocinera:
- Debe haber sido su hijo, que me dijo que iba a cazar un venado…
- ¿Cuál venado? –protesté-, si la trampa era para atrapar a un pillo invisible.
Al final de la explicación, mi mamá dijo:
- Pues cayó todo lo contrario: ¡UNA PILLA, Y BIEN VISIBLE!
miércoles, 10 de noviembre de 2010
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